Desde que el dinero dejó de tener respaldo, lo que llamamos dinero no son más que dígitos de computadora y papeles impresos sin valor intrínseco alguno.
Estos no constituyen propiedad privada real, sino meros recibos de deuda que a su vez facilitan la creación de más deuda, ocasionando la continua pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
Ese modelo está a la base de todas las distorsiones del neoliberalismo y configura un modelo totalmente injusto que sustrae la riqueza de las mayorías para transferirla a un pequeño grupo que detenta la facultad de emitir dinero irrestricta e irresponsablemente.
En el mundo prevalece no un "sistema" financiero internacional, sino un proceso que ineludiblemente llevará a un colapso económico de proporciones incalculables.
La moneda de plata constituye verdadera propiedad privada y sienta las bases de un sistema justo y honesto en el que se garantiza la supervivencia del ahorro popular.